25 jun 2016



Me descubrí realmente enamorada cuando supe que sólo esperaba que el destino nos permitiera caminar juntos de la mano y besar sus labios cada día de mi vida, soñaba con tenerte entre mis brazos. Pensé que vos y yo seríamos de esas miradas que se pierden una en la otra. Me imaginé dueña de tu sonrisa. También imaginé esas tardes juntos, por ahí, acostados, con mi cabeza fundida en tu pecho, viendo el sol ocultarse. Y lo sigo soñando. Con la diferencia de que ahora entiendo que hay historias que por más que se las sueñe y se las desee con el cuerpo y con el alma no fueron escritas para ser verdad.